lunes, 24 de marzo de 2014

Madrid

Estoy buscando a quien lee las manos del mundo,
A quien no sepa nada del futuro pero sepa adivinarlo,
Al que sepa entender la mirada de las ciudades que no me han visto,
Al que sepa consolar las miradas de las que sí lo han hecho.

Que venga alguien y cure a Madrid, que yo ya no puedo con su locura,
Que a mí se me están acabando las triquiñuelas para excusarte,
Que me sabe mal ya tanto mentirle, que mi cara no sabe qué color ponerle,
Que soy el peor de los desagradecidos, que no sé cómo pagarle la primavera.

No quiero que se lleve el año nuevo, ni el invierno caliente,
Ni la primavera florecida de tus costillas llamándome,
 Que no puedo con otro verano frío,
los cuarenta grados bajo cero me arden todavía en las plantas de los pies.

Que no vuelvan a dispararme que lo que soy
Es un pequeño préstamo que voy a tener que devolver.
Que he invertido mi testamento vital
En amar el color del que te pintas las uñas.

Quiero que vengas a leerme las manos,
Quiero que me leas el futuro sin saber qué va a pasar,
Que avises de nuestra llegada a las ciudades que no me han visto,
Pero no quiero que consueles a Madrid,
Quiero que le atravieses su orgullo en la garganta
Mientras tú y yo, destrozamos la Gran Vía a besos.


Traigo rosas rojas para ti,
eres mi rincón favorito de Madrid.




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